En el caso de los hombres el clímax no se
produce de la misma manera que en la mujer. Hay que entender el orgasmo
masculino como una proceso independiente a la eyaculación. La
eyaculación del hombre es una liberación de
energía tan grande que los puede dejar agotados fuera de combate por
varios minutos. Por lo tanto, el meollo del asunto, pasa por evitar o,
retardar la eyaculación‘. Por tanto, las técnicas para alcanzar varios
orgasmos son ejercicios para retardar la eyaculación y disfrutar del
acto sexual disfrutando del orgasmo.
Lo primero que se debe hacer es
aprender a controlar la respiración de manera rítmica. Para esto, se
inspira y expira conteniendo un poco el oxígeno en la parte superior del
pecho y soltarlo muy lentamente. Controlando la respiración, además, se
consigue aumentar el placer. Como complemento a esta técnica, se pueden
practicar los ejercicios de Kegel, que consisten en lograr tener el
control voluntario sobre el músculo pubocoxígeo.
Este músculo se
encarga de controlar la salida de orina. El ejercicio básico consiste en
interrumpir la expulsión de orina un par de veces y luego reanudar el
proceso. De este modo, el músculo pubocoxígeo se fortalece y se puede
controlar. Después de preparar el cuerpo y la mente para dejarse llevar
durante el coito, llega el momento de probar si ha valido la pena el
esfuerzo. En el caso de que la experiencia no resultara como se quiere,
lo más importante es no frustrarse y volverlo a intentar.
Durante el
acto se debe controlar la eyaculación, pero sin dejar de sentir el
orgasmo. Obviamente, en algún momento llegará la eyaculación, pero ya se
habrán experimentado tres, cuatro o más orgasmos. No se debe olvidar
que el orgasmo mismo del hombre se da segundos antes de la eyaculación y
que "POR lo General" (no siempre) ésta pone fin al orgasmo.

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